31/7/09

Bel: “Estamos de acuerdo con la democratización de la comunicación”

En la décima edición del Programa Hablemos, participaron del debate sobre el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual: Oscar Londero, periodista, titular de la página web: www.accesolibre.org y corresponsal local del Diario Clarín; Alfredo Bel, delegado regional de la Federación Agraria Argentina (FAA) Entre Ríos; y el licenciado Sergio Cristani, presidente de la Asociación de Profesionales Universitarios de la Comunicación (APUC) e integrante del Foro Popular de la Comunicación.

En diálogo con LT14, Bel dijo que “la FAA aún no ha tomado una postura” sobre el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, pero aclaró que “hay una línea histórica de la FAA que siempre ha marcado todo aquello que represente el mejoramiento de los procesos de democratización y la búsqueda de equilibrio en la comunicación”. Es decir que desde la FAA “siempre hemos estado de acuerdo y vamos a trabajar en esa línea”.
En referencia a la posibilidad que el anteproyecto oficial abre a las cooperativas para obtener licencias de radiodifusión, el dirigente agrario sostuvo que “en Entre Ríos tenemos un desarrollo cooperativo muy importante pero nunca han tenido la decisión política de incursionar en la comunicación social, a diferencia de otras provincias”. En tal sentido, recordó que hasta el momento “existen dificultades para que las empresas sin fines de lucro puedan acceder a un medio de comunicación”.
Para Bel, “la FAA no tiene inconvenientes en plantear las cosas que están bien; tenemos una trayectoria y coherencia desde el punto de vista filosófico de la entidad”. También estimó que en el próximo congreso de la entidad el tema del proyecto oficial de una nueva ley de medios “puede estar incluido en el debate y se emitirá opinión al respecto”.

Londero, por su parte, destacó la importancia de promover foros de discusión en todo el país sobre el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual: “sobretodo porque aún tenemos vigente un decreto ley de la última dictadura militar”, señaló. Y añadió: “Es una afrenta y una ignominia que habiendo transcurridos más de 25 años de democracia, todavía la Argentina tenga pendiente una legislación especifica en este tema”.
“La realidad era completamente distinta, no sólo por lo institucional sino también en lo referido a las comunicaciones y la expansión de las tecnologías. Hay muchos términos que están obsoletos y situaciones que no están contempladas y por eso se han venido haciendo numerosos parches desde el Congreso, tratando de adecuar el maquillaje, porque aún no se han tocado las cuestiones de fondo”, dijo el periodista. En tal sentido, resaltó del nuevo proyecto “la participación ciudadana, la democratización de las voces y discursos; y la posibilidad de tener mayor incidencia ciudadana y social en cuanto a la producción de contenidos y al libre flujo de información y opiniones”. La propuesta oficial “es buena y merece el apoyo masivo”, consideró Londero.
No obstante, aclaró que a su criterio existen “mensajes contradictorios y ambivalencias” por parte del Gobierno Nacional que “a la par toma medidas que promueven la concentración de medios en pocas manos y permiten que pocos grupos económicos sigan haciendo sus negocios y generando recursos extraordinarios”.
“Sabemos que hay alas del gobierno que promueve el debate en el Parlamento pero hay otro sector que pretende enfriar la discusión. Veamos cómo se presenta el partido y si se juega el campeonato”, consideró el corresponsal de Clarín.
En relación a la propia empresa donde revista como trabajador, Londero consideró que “si el Grupo Clarín llegó hasta donde llegó es porque hubo muchos gobiernos –desde la última dictadura militar en adelante- que le permitieron llegar”, y recordó que aún se mantiene vigente “la sociedad entre el Grupo y el Estado Nacional en la empresa Papel Prensa”. “Muchas veces hay fuegos de artificios y trascienden peleas, pero después se sabe que hay acuerdos por detrás. Entonces no queda muy claro si hoy estamos ante el mismo enemigo o el supuesto enemigo sigue siendo nuestro socio”, agregó.

En tanto, Cristani opinó que “los monopolios hacen invisible este debate que viene desde 2003” y recordó que estos nunca publicaron los 21 Puntos Coalición por una Radiodifusión Democrática. “Está todo muy organizado para desviar, desvirtuar, desmerecer, ocultar y esconder; este modelo atenta contra la democracia y no lo queremos”, sostuvo.
Y añadió: “La comunicación tiene que ver con la vida cotidiana, con nuestro problemas diarios; en comunión y estableciendo un espacio en común vamos a transformar esta realidad. Pero hay otros sectores que quieren que esto siga como está”, acotó.
Para el presidente de APUC, “esa energía para cambiar este modelo de comunicación debe ser social. Es decir, todos debemos involucrarnos”.
En tal sentido, invitó a toda la ciudadanía a participar del Foro Popular de la Comunicación. Y recordó que “los encuentros se realizan los jueves a las 19, en la Facultad de Ciencias de la Educación, calle Buenos Aires 389, de Paraná.
“Invitamos a todos a compartir y construir este espacio”, dijo finalmente Cristani.

24/7/09

Nueva ley de radiodifusión: “El Estado tendría que ser controlador”, dijo Chemes

En la continuidad del debate sobre el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en una nueva edición del Programa Hablemos, participaron: el Padre Ignacio Patat, responsable del Área Comunicación del Arzobispado de Paraná; Jorge Chemes, diputado nacional electo por el Acuerdo Cívico y Social y el licenciado José Trovatto, periodista y conductor del programa Cara y Ceca, que se emite por FM de la Plaza.

En diálogo con LT14, el sacerdote explicó que “la Iglesia siente la obligación y la necesidad de prestar un servicio y de ayudar en este pensamiento o proceso del proyecto de ley”.
Patat recordó que en los últimos años se ha trabajado con monseñor Mario Maulión -como miembro en Comunicación de la Comisión Nacional del Episcopado- con la Comisión Nacional de Medios y las autoridades del COMFER. “Con estas reuniones se ha logrado una evolución, y en esto se buscan tres líneas generales: la formación; la participación en la corresponsabilidad de los medios y el diálogo. Estas tres líneas son los grandes aportes que la Iglesia puede dar”, acotó.
En este sentido, el religioso destacó las palabras del arzobispo de Paraná en el foro realizado en la capital provincial por el COMFER para la discusión del anteproyecto. En esa oportunidad, Maulión habló de la necesidad de “mirar al niño y protegerlo” entendiendo que “los medios, corresponsablemente, deben asumir la educación como algo valorable”, recordó Patat.
Además, dijo que “es necesario contar con una ley que nos sirva y nos regule con mayor amplitud. Habría que legislar un poco más en el ámbito de la comunicación, es decir, la deuda pendiente es una legislación en el ámbito de la Comunicación”, opinó.
Para el titular del Área Comunicación del Arzobispado de Paraná, la nueva ley de medios, ya sea que salga antes o después de diciembre, “tiene que ser una ley responsable” destacando que lo importante es que “hay que regular lo que se mira (los contenidos de programación y horarios, especialmente para proteger a los niños) no prohibir, pero sí regular”, aclaró el sacerdote.
Por último, consideró que una nueva ley de medios “también tiene que contemplar todos los ámbitos, tal como lo expresa el punto 11 y 12 del anteproyecto. No tiene que ser algo apurado, ya que no todos los legisladores están compenetrados en este tema”, consideró.

Por su parte, Chemes expresó que “todo lo que se pueda adelantar o tratar en forma urgente, bienvenido sea”. De esta manera respondió a la pregunta sobre si el anteproyecto debería ser tratado antes o después del recambio de autoridades en el Congreso.
El diputado nacional electo por el Acuerdo Cívico y Social agregó: “No quiero ser tremendista, pero a veces tengo la sensación de que estamos viviendo un ambiente de mucho desorden e incertidumbre, y de muchas cosas que hay que ajustar”. Por eso consideró que “todo lo que se pueda adelantar como tratamiento bienvenido sea”.
En relación a opiniones distintas sobre el tema, expresadas por dirigentes de su mismo sector político, Chemes reconoció que “hay diferencia de ideas, pero personalmente creo que hay situaciones y temas que se deben tratar; si no, se pierde el tiempo”, afirmó. Y en tal sentido, pidió darle “darle más profundidad del debate”.
El dirigente de FARER (Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos), también dijo: “Creo que, con respecto a la intervención del gobierno, tiene que haber un control para que, si realmente se logra una nueva ley de radiodifusión, se cumpla”. Y añadió: “Yo lo llamaría un control pero en el mejor sentido de la palabra, no para manipular o dirigir a ciertos medios o tendencias de opinión. Creo que debe surgir una ley ordenada y el Estado tendría que estar como controlador o fiscalizador para que las cosas se hagan bien”.
Finalmente, al preguntarle en medio del diálogo si se bancaría una nota crítica de Clarín por votar a favor del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Chemes respondió: “Yo me banco cualquier cosa a esta altura de mi vida. Y agregó que lo que no se bancaría “es no poder expresar lo que uno realmente siente”.
“Creo que en la medida en que todos empecemos a obrar leal y concienzudamente, esto se tiene que ordenar, no solamente para la ley de radiodifusión sino para todo”, consideró el diputado electo.

En tanto, Trovatto opinó que “el gran desafío o la asignatura pendiente es que el ciudadano de a pie pueda hacer propia la necesidad de una nueva ley de radiodifusión democrática, democratizadora; que realmente tenga un espacio para que se escuchen todas las voces, que pueda sentir que no es un ataque a Clarín”.
Para el periodista, hoy “se abre una puerta muy importante; y es el momento de discutir una ley de la democracia”.
Trovatto también consideró que el papel de los legisladores “no será sencillo” porque “no sólo se juega la discusión de una letra; también tendrán que animarse a una nota crítica de los medios concentrados”. Y agregó que “tampoco es casual que en todo este tiempo haya costado tanto instalar la necesidad de discutir una nueva ley de radiodifusión”.

17/7/09

La nueva ley de medios "es una necesidad absoluta de la democracia"

El ex diputado nacional por el Frente Grande, Federico Soñez y Edgardo Sánchez, director de Canal Once de Paraná, en una nueva edición del programa de "Hablemos" debatieron sobre el anteproyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

En diálogo con LT14, Soñez consideró que se trata de “una necesidad absoluta de la democracia y de la vida cotidiana de los argentinos, poder contar con una legislación sobre los medios audiovisuales que repare la vigencia de una legislación de la época de la dictadura militar (por más que haya tenido algunas modificaciones posteriores); es decir, aún está vigente un formato anacrónico que poco tiene que ver con la democracia y los derechos ciudadanos”.
Para el ex legislador entrerriano debatir sobre una nueva ley de medios es “sustancial”, dado que se trata de poner en debate “el derecho a acceder a la información, a poder generar información, a poder transmitir opinión, a no quedar cautivo de la manipulación de formas monopólicas, especialmente de la televisión”, acotó.
En este sentido, Soñez criticó a los sectores políticos que se oponen sin fundamentos o sólo porque se trata de un proyecto oficialista. “No tiene nada que ver con el nombre de un gobierno, es una deuda del conjunto de la democracia argentina, por eso es sorprendente que algunos sectores políticos se opongan sólo por tratarse de una iniciativa de este gobierno”, expresó el ex diputado nacional. Y añadió: “Es vital para el conjunto de los argentinos no quedar preso de opiniones manipuladas en los grandes medios de comunicación”.

Por su parte, Sánchez opinó que “por un montón de factores es necesario contar con una nueva ley de medios. Y sostuvo que “a la ley actual la escribieron los militares y después la fueron reformando los distintos gobiernos democráticos a favor del dominio de la comunicación en manos de pocos”.
Para el director del canal local, la Ley 22.285 “se fue transformando en letra muerta porque no podía regular lo que venía emergiendo desde el seno de la sociedad”. Mencionó por ejemplo el surgimiento de las FM. “El fenómeno de las FM están cumpliendo un papel enorme en el país desde hace más de 25 años; y han logrado una legalidad a partir de su propia legitimidad”, sostuvo Sánchez, al tiempo que comparó este hecho con la experiencia de los casi 20 años de Canal Once.
“Tengo muchas expectativas pero también temor por los vaivenes de la política que puedan impedir esta ley”, opinó el empresario tras entender que “si este proyecto de ley se cumple, le haría bien a todos los ciudadanos, a los partidos, a las empresas y le daría un rol muy importante a la comunicación en general; porque la verdadera democratización se hace ejerciendo la comunicación”, completó.

Editorial

Esta semana sucedieron dos cosas importantes en relación a la temática de nuestro programa. En primer lugar sucedió la visita de Frank La Rue, relator de las Naciones Unidas en materia de Promoción y Protección de la Libertad de Expresión.
La Rue es un abogado y periodista guatemalteco que alguna vez fue candidato a Premio Nóbel de la Paz. Tiene como trabajo redactar un informe anual sobre la situación de la libertad de expresión en el mundo, recibir denuncias sobre violaciones a la libertad de prensa y hacer observaciones a los gobiernos. Apenas llegado a Buenos Aires, se encontró con un inesperado comité de bienvenida. Varias entidades empresariales de la comunicación, al igual que legisladores de la oposición, habían expresado sus dudas porque La Rue había sido invitado por la Cancillería; aunque, en rigor, fue invitado por el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería.
Después de reunirse con la presidenta Cristina Fernández, el guatemalteco tiró la bomba: dijo que el anteproyecto de Servicios de Comunicación Audiovisual del Gobierno argentino “es lo más avanzado que he visto en el continente y un ejemplo para el mundo”. Pero, además, en una entrevista con Página 12, dijo entre otras cosas: “La libertad de expresión implica pluralismo, y el pluralismo implica combatir los monopolios. Y me hubiera gustado que Clarín me diera el derecho a réplica”.
Después se reunió con los integrantes de la Comisión de Comunicación y la de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados y escuchó toda clase de críticas de la oposición. Digresión: por lo que dicen todas las crónicas, no estaba en esa reunión el vicepresidente de dicha Comisión, el diputado entrerriano Gustavo Cusinato. Probablemente no habrá podido ir por cuestiones de agenda, entendemos.
Los planteos fueron los que ya conocemos: que la discusión no se da en el Congreso, que el proyecto va contra algunos medios y que la libertad de expresión está amenazada en la Argentina. Ante los diputados, La Rue dobló la apuesta. Dijo que el anteproyecto del Gobierno es “fascinante”.

La otra noticia tuvo menos lugar en los medios, muy especialmente en Clarín. El Gobierno decidió autorizar al Grupo Clarín para que ofrezca el servicio de telefonía a través de su empresa controlada, Fibertel. De este modo, el multimedios podrá ofrecer a sus clientes el llamado “triple play”, es decir, en una misma conexión, telefonía, televisión por cable e Internet. En un contexto de público enfrentamiento entre el mismo Néstor Kirchner y el Grupo mencionado, la decisión causó lógica sorpresa en el mundo empresarial pero también político. Una de las principales críticas que se le hacen al nuevo proyecto de ley de medios es precisamente que autorizaría a las empresas telefónicas, monopólicas, a intervenir en el mercado de la producción y venta de contenidos en radio y televisión, como es Clarín; algo que hoy tienen prohibido por la propia ley de privatización de la entonces ENTEL, en los 90. Esta posibilidad era fuertemente resistida por los actuales propietarios de los grupos multimedios. La decisión de esta semana, que permite a estos saltar a la vereda de las telefónicas genera más de una sospecha de negociaciones ocultas entre el Gobierno y el Grupo Clarín.

Bien: ¿cómo analizar esto? Seguramente no habrá una sola lectura, como es habitual. Al interior de las discusiones del Foro Popular de la Comunicación y cuando nos hemos reunido con otras entidades y personas en general, uno escucha los comentarios de rigor: que el proyecto es una más de los Kirchner para presionar a Clarín, que lo van a negociar y no va a pasar nada, que si sale, va a salir un proyecto lavado, que no afecte los intereses de los monopolios, etc.
Creo que con toda honestidad, uno no puede decir más que comparte las mismas dudas de todo el mundo. ¿Qué implica esta decisión? ¿Cuál es su trasfondo? ¿Se terminará la crisis en las tapas de Clarín, a partir de ahora? ¿Se terminará la Gripe A? ¿Moreno dejará de ser el enemigo público número uno del país? No lo sé. Habrá que estar atentos, es todo lo que uno puede decir al respecto. Es decir, las dudas lógicas de quienes no conocen las verdaderas intenciones de un Gobierno que toma decisiones entre un círculo muy reducido de personas.
Por de pronto, hay un detalle no menor: en la edición papel de ayer de Clarín, no hubo una sola mención a la decisión del Gobierno de permitirles ingresar al negocio telefónico. Eso no fue noticia para Clarín.
No obstante esto, insistimos en lo que desde este programa venimos diciendo desde el principio: todos quienes hemos bregado por una nueva ley de radiodifusión, que reemplace a la de la dictadura, queremos ver a este proyecto convertido efectivamente en eso, una nueva ley. Si esa ley es como nosotros la imaginamos, mejor, o peor, será siempre una consecuencia del debate en democracia, donde a veces se consigue lo que se quiere y a veces algo de lo que se quiere, y no está mal. Pero el espacio de discusión que se ha abierto sobre temas que hasta hace poco eran impensables, entre ellos, por supuesto, el accionar de los grandes medios de comunicación, dejará sembrado algo, una duda, una inquietud, donde antes no la había. Y en tal sentido, creemos que vale la pena continuar.

10/7/09

"Las ONG's también deben respetar los convenios laborales"

En la continuidad del debate sobre el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en una nueva edición del Programa Hablemos, participaron: Alberto Campo, director de LT14 Radio General Urquiza y ex integrante de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Locutores; Rubén Sarmiento, periodista y ex secretario general del Sindicato de Prensa de Entre Ríos; y Alfredo Hoffman, licenciado en Comunicación Social y periodista del Diario UNO de Paraná.

En declaraciones a nuestra emisora, Campo dijo que está “absolutamente de acuerdo en que cualquiera puede acceder a un medio de comunicación, las ONG’s, las cooperativas, Dios y Maria Santísima, pero hay que cumplir con lo establecido por la ley”. Lo dijo en referencia a la importancia de respetar el derecho de los trabajadores, enmarcados en los convenios colectivos de trabajo.
“El dueño no tiene derecho a precarizar el trabajo porque hay convenios colectivos que son leyes, apéndices de la 14.250, ley de paritarias”, acotó Campo tras mencionar por ejemplo que LT14 tiene actualmente 120 empleados, como trabajadores estables, suplentes o contratados. “Pero, si una cooperativa quiere tener un medio de comunicación ¿cómo van a hacer frente al pago de los trabajadores? ¿De dónde van a sacar para tener los cupos mínimos que establecen los convenios?”, se preguntó.
Luego, como ex integrante de la COSITMECOS (Confederación de Sindicatos de Trabajadores de Medios de Comunicación Social), Campo comentó que desde hace tiempo su posición estaba relacionada con la necesidad de legalizar a todas las emisoras de radio o mal llamadas ‘truchas’, siempre y cuando cumplan con las reglamentaciones vigentes. “Es decir, las ONG’s, o cualquier entidad tiene que saber qué debe cumplir y qué no”, acotó.

Por su parte, Sarmiento también coincidió con la necesidad de cumplir con los convenios colectivos de trabajo. “Las entidades aprovechan la volada para tener un recurso más”, dijo el ex dirigente gremial y mencionó por ejemplo “si una cooperativa eléctrica está interesada en dar un servicio de radiodifusión, debe instalar todo el sistema de radiodifusión pero también los convenios y no recibir nada del Estado, porque son una entidad que están en el mercado, si es sin fines de lucro el dinero debe venir de otro lado”, acotó.
Para Sarmiento, “la ley está íntimamente vinculada a los trabajadores que la ejecutan, sean locutores, periodistas, operadores o administrativos. Somos los responsables de lo que decimos”, agregó.
También opinó que “el problema es cuando son invadidas o las hacen socias o las inventan como ONGs para tener acceso a los medios, ahí se arma el conflicto”, argumentó.

Por último, Hoffman dijo que al leer el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, le causó una impresión “favorable” respecto a la posibilidad de facilitar la participación de entidades sin fines de lucro en los medios de comunicación, porque “el Estado tiene la responsabilidad de hacer un sistema de comunicación más democrático y creo que las ONG’s son garantía de ello”, consideró el periodista dando a entender su discrepancia respecto a la opinión de los otros invitados.
Y continuó: “Ahora, si cumplirán o no con los convenios colectivos de trabajo; si pagarían los sueldos que se deberían pagar es algo que ya lo sufrimos los trabajadores con los empresarios”.
En este sentido, Hoffman expresó: “Démosle la oportunidad a las ONG’s, que algunas de ellas tienen muchísima creatividad y capacidad para conseguir recursos, para que también puedan meterse en este camino de comunicar”. Y añadió: “La forma más sana de lograr una comunicación democrática, seria no cercenar la posibilidad de que las entidades sin fines de lucro accedan a los medios”.
“Es decir, se debe facilitar el acceso a las herramientas para producir comunicación a la gente que hasta ahora viene relegada, o sea, el ideal es que cualquiera pueda tener un acceso al rol de emisor”, completó Hoffman.

Editorial

Saben ustedes que este es un programa de discusión sobre una nueva ley de radiodifusión. Sin embargo, a título de lo que hemos recibido informativamente en estos últimos días casi con exclusividad, quisiera decir dos o tres cosas sobre la llamada Gripe A, Influenza A, Gripe porcina o virus H1N1.
“En el país la gripe A sigue acechando”, dice un cartel fijo en Crónica TV desde hace varios días, mientras los presentadores presentan noticias sobre gripe A o cualquier otra cosa. Más allá de que los virus no pueden acechar a nadie porque no son personas y por lo tanto no podemos hacerlos portadores de voluntad, lo que se necesita para justificar el verbo acechar, creo que lo de Crónica no hace más que reflejar algo brutalmente lo que la mayoría de los grandes medios porteños viene haciendo con este y otros temas que conforman lo que se da en llamar la actualidad. Es decir, meter miedo.
Meten miedo con la inseguridad; meten miedo con los jóvenes, que no son casi nunca noticia si no están relacionados con la droga, el alcohol o la muerte; meten miedo con la economía; en fin, y por supuesto, con las enfermedades.
¿Por qué? Bueno, no tiene una sola causa, entiendo. La prensa sensacionalista surgió antes que la prensa seria y no al revés, como mucha gente cree. Desde su nacimiento, la prensa tiene relación con la búsqueda del escándalo, pero, claro, en el país que supimos conseguir en los 90, de economía salvaje en la que -vale reiterarlo- los medios intervienen como empresas privadas que son, la relación con el escándalo parece haberse convertido en la razón de la construcción de muchas de sus agendas de temas. Esa puede ser una de las razones, pero no la única. Históricamente, en los grandes medios no se critica a los laboratorios farmacéuticos, mucho menos se los investiga. ¿Por qué será? Bueno, basta ver la pauta publicitaria de muchos programas para tener una idea. Eso incluye al autodenominado “periodismo independiente”, claro. Pero, además, en el mapa de propiedad de los medios que supimos conseguir, del cual los propios funcionarios del Gobierno reconocen que en muchos casos no pueden saber quién es dueño de qué canal, de qué radio o de qué diario, los intereses cruzados pueden dar pistas interesantísimas. Pregunta: ¿Para cuándo una buena investigación de Telenoche sobre el tema?
Hay otras cosas. Saben ustedes que con el desarrollo de Internet y la aparición de los llamados blogs, los periodistas y todo el mundo tiene nuevas herramientas para acceder a información que antes no se publicaba. Sencillamente porque ahora cualquiera puede escribir lo que quiera sobre un tema y publicarlo. Obviamente, como toda herramienta, su uso tiene sus pro y sus contra. Lo bueno es lo que decíamos, lo malo es que hay que hacer grandes esfuerzos para lograr un mínimo de certezas sobre la veracidad de lo que se lee o lo que se ve.
Bueno, les cuento algo de lo que se dice.
Un señor Donald Rumsfeld, al que muchos ya conocemos porque ha formado parte de todos los gobiernos republicanos en EEUU desde hace cuarenta años, y últimamente ha sido uno de los principales impulsores de la invasión a Irak, es el accionista más importante de Gilead Sciences, la empresa que tiene la patente del famoso Tamiflú, que comercializa el laboratorio Roche, para la Gripe A. Bueno, este señor, como buen integrante de la elite dirigente norteamericana estuvo siempre ocupando altos cargos en las áreas de Defensa. Lo que, entre otras cosas, le permitió manejar los laboratorios de investigación sobre guerra bacteriológica. Y no hace falta explicarle a ningún argentino los interesantes negocios privados que se pueden hacer cuando uno es funcionario del Estado. Concretamente, lo que se dice es que estos tipos, es decir, Donald y sus amigos, están haciendo un negoción con la venta del remedio a partir de la paranoia creada con la difusión irresponsable de cualquier cosa sobre un virus, que no tiene, ni de lejos, la peligrosidad de otros que son un flagelo desde hace ya mucho tiempo en muchas partes del planeta. Pero, como nosotros desde nuestro humilde lugar no estamos en condiciones de afirmar ni descartar estas cosas, nos preguntamos, ¿Por qué en los grandes medios porteños no se habla de esto? Digo, para confirmarlo o desmentirlo como una reverenda tontería, si es que lo es. Mientras tanto, lo que vemos todos los días es una sucesión interminable de médicos que hablan técnicamente sobre el virus y dicen lo que ya casi todos saben, pero que a nadie a esta altura le interesa demasiado. Sencillamente porque la paranoia ya está instalada.
Quiero aclarar algo: respeto la palabra de los médicos, pero creo que hay que tener en cuenta una cosa. Los médicos están para curar y para investigar, si es que se dedican a la investigación. La divulgación científica es también una importante rama de la ciencia. Pero un médico hablando por televisión es otra cosa. Sencillamente porque lo que un médico dice en el consultorio puede tener un efecto, pero lo que dice frente a una cámara, mientras lo escuchan millones de personas, puede tener otro totalmente contrario. Ese interlocutor, el que está del otro lado de la cámara, no es un paciente; es lo que técnicamente se denomina público; es decir, para decirlo rápidamente, una multitud que atiende a un emisor pero que no tiene mayor contacto entre sí. Lo cual hace que, en muchos casos, los sanos consejos del doctor, no hagan otra cosa que aumentar la paranoia masiva.
Esto no significa que la cuestión sea un trabajo de comunicólogos. Lo que menos se pretende aquí es una defensa corporativa de nadie. El tema es esencialmente político. No de partidos políticos, pero sí de política de Estado. Y aquí es donde una vez más el Estado y sus funcionarios parecieran no poder ser otra cosa que el eco de la paranoia que siembran los grandes medios.
El doctor Juan Carlos David, ex director de Protección y Promoción de la Salud de la provincia de Santa Fe, publicó en el diario Uno de la vecina capital una de las pocas líneas rescatables en relación al tema. En mi opinión, la única que hace una interpretación política y no meramente técnica de la llamada pandemia. Decía el doctor David, entre otras cosas: “dadas las características de este virus, me permito decir que cualquier persona sana, con una alimentación correcta y con hábitos normales es imposible que este virus pueda matarlo”. Y agregaba que “en este momento, ir contando el número de casos como los goles de Maradona está sembrando un nivel de histeria que se ve en los consultorios y hospitales”.
Insisto, una de las pocas cosas sensatas que leí o escuché sobre el tema. Y quiero hacer otra consideración: las pocas que vi, leí, o escuché, salieron en medios locales.
Lo que anda circulando por las narices de la gente que estornuda es gripe, ni más ni menos. Es una gripe nueva, un poco más contagiosa y para la que no se conoce aún la vacuna. Pero es eso: gripe. ¿Usted nunca tuvo una gripe? Bueno, igual a esto. Fiebre, dolor muscular, etc. Eso.
Hay muertos, dirá usted. Sí, hay muertos. Como los hay también con la gripe común y no han sido nunca una noticia. La gran mayoría son personas que estaban en malas condiciones inmunológicas y pueden morirse, por ello, de gripe o de cualquier otra cosa que ande dando vueltas. Cualquiera que tiene la desgracia de padecer esa situación lo sabe.
Lo que me pregunto es, una vez que todo esto pase: ¿alguien se hará cargo de este papelón? Insisto, este es un programa que propone cada viernes discutir una nueva ley de medios. De eso hemos hablado aquí. Porque la Gripe A no sigue acechando, pero muchos medios siguen mintiendo. Bienvenido.

3/7/09

"No puede haber república si no hay una nueva ley de radiodifusión"

En una nueva edición del Programa Hablemos, conducido por José Luis Ferrando, debatieron sobre el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual: el ex diputado provincial y presidente del Comité Capital de la Unión Cívica Radical (UCR), Fabián Rogel; el ex titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), y miembro del Foro Popular de la Comunicación, Edgardo Massarotti; y el ex presidente de la Biblioteca Popular de Paraná y representante de la Sociedad Civil ante el Consejo de la Magistratura, Tristán Uranga.

En declaraciones a LT14, Rogel expresó: “Lo que está en discusión en el Parlamento Nacional es un proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Estamos intentando dejar atrás una de las vergüenzas que representa que en Argentina todo lo que sea comunicación esté manejándose por una ley del Proceso, con lo que esto implica”.
Para el dirigente radical, “no puede haber república si no hay una nueva ley de radiodifusión; la libertad de expresión está limitada por la necesidad de la Seguridad Nacional; la autoridad de aplicación era una junta militar; no estaba garantizado el trabajo argentino y local; los licenciatarios de radiodifusión sólo podían ejercer con fines de lucro; la presencia del monopolio es central, es lo que nos rige y tenemos que dejar de lado. Tampoco estaban contemplados los contenidos educativos ni infantiles”, enumeró tras considerar que “esta es la ley a cambiar”.
“Aspiro que en la Nación las fuerzas populares, radicalismo y peronismo, vuelvan a discutir las cuestiones de fondo que esta democracia no ha discutido: un sistema financiero, un sistema impositivo, para que paguen más los que más tienen; y para discutir la captura y renta petrolera, ejes centrales para la discusión de una redistribución de la riqueza real”, detalló Rogel.
Y añadió: “Para volver a discutir en Argentina estos temas necesitamos la democratización –una vergüenza que arrastramos- que es una nueva ley de radiodifusión donde los monopolios no ejerzan el poder para que la discusión se haga en función de determinados intereses”, aseveró el ex diputado provincial y presidente del Comité Capital de la UCR.


Por su parte, Edgardo Massarotti sostuvo que “es necesario que el ciudadano entienda de qué se trata, porque este proyecto de ley de poco serviría si no existe el ciudadano de pie, al lado y empujando”, expresó.
El ex dirigente gremial consideró que hay varias preguntas que se le pueden formular al ciudadano, como por ejemplo, “si quiere una información que sea veraz y plural; si quiere ver a sus artistas sin pagar un codificado o ir a un bar; si quiere que los medios promuevan la tolerancia o la no discriminación”. En tal sentido, dijo, “estoy seguro que cualquier ciudadano diría que sí a todas estas preguntas porque entienden claramente que los medios son muy importantes para la vida ciudadana, porque generan discursos y sentidos y forman opinión, dan o no visibilidad a los temas”.
También puso de manifiesto que “si la televisión muestra un tema parece que existe, y lo que no lo muestra pareciera que no existe; los medios reflejan una parte de la realidad y la interpretan”, dijo Massarotti.
En este sentido, consideró que “hay que preocuparse un poquito, porque si unos pocos controlan y manipulan la información, una democracia plena no es posible”. También sostuvo que “prima mucho el lucro”, y que “se negocia con nuestras propias necesidades de recreación.
Añadió que “si vemos permanentemente programas enlatados que vienen de afuera, vamos perdiendo nuestra cultura”.
Además, el integrante del Foro Popular de la Comunicación, comentó que “hay medios que parecieran ser más serios, y por lo tanto pareciera que son más objetivos; creo que hay que repensar la cuestión de otro lado”, insistió.
“Si son pocos los que controlan y manipulan no es posible la democracia plena; y acá en Argentina hay concentración de medios”, destacó finalmente.


Tristán Uranga, en tanto, se refirió a la actual Ley de Radiodifusión y consideró que “los argentinos teníamos una ley que no permitía la concentración de medios; por lo tanto no es un problema de anacronismo técnico sino una profundización ideológica, un cambio en el que actuó el mercado (neoliberalismo) y que produjo consecuencias drásticas enorme en estos últimos 30 años”.
El dirigente de la sociedad civil consideró que “estas consecuencias no las vamos a cambiar de un día para otro y una nueva ley de radiodifusión, por más consensuada, moderna y progresista que sea, no va a cambiar todo”. Y agregó: “El proceso será gradual y marcará un modelo de convivencia”.
Tras destacar la necesidad de preservar el carácter “federal” en la legislación, Uranga sostuvo que “en Entre Ríos no es fácil instalar a través de los medios locales una opinión única, porque hay muchos medios que tienen que luchar para mantener un diario o una radio abierta”. Y en ese sentido, consideró que la provincia “es un modelo de medio de comunicación bastante democrático, representativo y federal”. “Ese espíritu no está bien contemplado” en la nueva propuesta, opinó Uranga.